Hacemos teatro.

Teatro de improvisación para niños.

Desde mis primeros pasos en el mundo del teatro, a la tierna edad de cinco años, supe que había encontrado mi hogar en el escenario. Cada obra representada era un nuevo viaje, una aventura en la que podía ser cualquier persona en cualquier lugar. Mi infancia se convirtió en una sinfonía de escenas y diálogos, donde el arte y la imaginación se unieron en perfecta armonía. Desde entonces, quise compartir esta experiencia con otros niños de mi edad.

A los quince años, di un paso adelante al formar mi propio grupo de teatro en el colegio. Con pasión y dedicación, llevamos a cabo obras con los niños de primaria, sembrando las semillas del arte y la creatividad en las jóvenes mentes. Desde entonces, mi camino ha estado marcado por el arte y la creatividad en las jóvenes mentes. Desde entonces, mi camino ha estado marcado por el deseo de compartir el teatro con los más jóvenes, de guiarlos a través de los procesos creativos y de explorar el poder transformador de la improvisación.

Para mí, el teatro no es solo una forma de entretenimiento, es una herramienta para el crecimiento personal y la creación de mundos nuevos. No solo entreno a futuros artistas, sino a futuros creadores de sus propias vidas. Sueño con un mundo donde los niños aprendan a trabajar juntos, a colaborar en la construcción de historias y a encontrar su voz única en el escenario de la vida.

Cada día, me levanto con la certeza de que el teatro puede cambiar vidas, puede inspirar a jóvenes mentes a alcanzar su máximo potencial y a convertirse en los protagonistas de sus propias historias. Y en cada niño que se sube al escenario, veo el brillo de la creatividad y la esperanza de un futuro donde el arte y la colaboración forezcan en cada rincón de nuestro mundo.